Ver y ser visto en todo momento
Ver bien y ser bien visto es una de las reglas básicas que todo conductor debe respetar para circular sin riesgo. Las luces de posición, de cruce y de carretera, las luces antiniebla, los indicadores de dirección, el limpiaparabrisas y el limpialuneta, dado el caso, forman un equipo esencial para su seguridad y su confort visual, en particular, en caso de conducción nocturna o condiciones meteorológicas adversas.
El buen estado de las ópticas de faro, el reglaje adecuado de la altura de los faros, ni muy altos ni muy bajos, y el buen funcionamiento de las lámparas delanteras y traseras son aspectos esenciales que se controlan en la ITV. Una lámpara defectuosa provoca sistemáticamente la molestia de tener que someterse a una segunda inspección.
Los limpialunetas también deben controlarse y sustituirse regularmente, ya que son elementos condicionantes de una visibilidad óptima con lluvia o nieve y permiten limpiar el parabrisas. Por lo tanto, para que el «equipo visibilidad» sea siempre eficaz, haga que un profesional verifique regularmente su alumbrado y sus limpiaparabrisas.
El alumbrado «xenón» es más blanco, ligeramente azulado y con una luz similar a la luz del día. Este tipo de alumbrado es más potente, y su vida útil es de 2 a 3 veces superior al alumbrado con lámparas halógenas clásicas. Los faros de xenón funcionan mediante lámparas especiales de descarga, sin filamento. Se trata de un sistema sofisticado que utiliza un tipo particular de bombillas con electrodos. Estas bombillas contienen un gas poco común, el xenón, que produce un arco eléctrico a alta tensión. Esto garantiza una gran potencia de alumbrado y un confort visual mejorado. Se desaconseja intervenir en este tipo de lámparas a riesgo de sufrir una electrocución: ¡la tensión alcanza los 20.000 Voltios, frente a los 12, 13 o 14 Voltios del sistema clásico! Un profesional cualificado se encargará de solucionar el incidente.
Es muy probable que las luces de su vehículo deslumbren a los usuarios que circulan en sentido contrario debido a un reglaje inadecuado de la altura del haz de luz (demasiado alto). El reglaje de los faros un grado por encima de lo recomendado multiplica por 20 el riesgo de deslumbramiento. Cuando circule con el vehículo cargado, utilice el mando de reglaje del haz de luz (si el vehículo va equipado con ello). Por el contrario, si la altura del haz de luz es demasiado baja, se reducirá la superficie iluminada. El reglaje de los faros un grado por debajo de lo recomendado reduce 30 metros la visibilidad. Contacte con un profesional para revisar con frecuencia el alumbrado de su vehículo.
Efectivamente, los faros adicionales antiniebla delanteros permiten obtener un alumbrado más potente en caso de niebla o de lluvia muy intensa. En otros casos, pueden resultar molestos para los demás usuarios. La luz roja antiniebla, muy potente, nunca se debe utilizar en condiciones de lluvia, puesto que deslumbra y resulta muy molesta para los usuarios que circulan detrás de su vehículo. Utilícela únicamente en caso de niebla y apáguela en cuanto las condiciones climáticas mejoren.